PROTEINA VEGETAL VS PROTEINA ANIMAL

 

Con este artículo quiero aclarar un poco las ideas en cuanto a lo referente a este macronutriente que es la proteína según sus fuentes de procedencia, ya que existen muchos mitos y desconocimiento en cuanto a su calidad o los beneficios que nos aportan según sean de origen animal o vegetal. Tenemos una falsa creencia de que la proteína existe solamente en la carne, o productos de origen animal, pensamos en proteína  y pensamos en un filete.


Cuando llevamos una dieta vegetariana la principal pregunta que te hacen es ¿y de dónde tomas tu proteína?, parece ser, que sólo las fuentes animales son buenas aportando este tipo de macronutriente. Así que hoy desmitificaremos esta premisa, e intentaré desgranar lo más posible el asunto.


La ingesta de proteínas es esencial para el ser humano, pues las mismas son las encargadas de formar y reparar tejidos (músculos, tendones, tejido conjuntivo, etc.) , participan y facilitan muchas funciones del organismo, el transporte de oxígeno, sostén del sistema inmunológico, aporte alternativo de energía, entre otras.

 
El déficit de proteínas puede ocasionar anemia, edemas, debilidad del sistema inmunológico, pérdida de masa muscular, problemas cardiovasculares, retraso en el crecimiento.


Por ello son totalmente necesarias. ¿Pero sabías que tu cuerpo fabrica sus propias proteínas? 


Sigue leyendo y te sorprenderás.

 


PROTEINA VEGETAL vs  PROTEINA ANIMAL


La proteína es un macronutriente, es una biomolecula compleja, que se compone de aminoácidos, que son la unidad mínima formadora de éstas. Existen gran cantidad de ellos, en total 22, y dentro de ellos hay 9  (histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina),  los llamados aminoácidos esenciales que son los que el cuerpo por sí solo no puede producir, por ello la importancia de ingerirlos en la dieta. El resto son los amoniacidos no esenciales, ya que nuestro organismo los puede sintetizar por sí mismo a partir de los otros. Entonces, como nuestro organismo fabrica sus propias proteínas, cuando ingerimos  proteínas complejas en la dieta las divide en su unidad mínima que es el aminoácido,  y éstos son los que absorbe. Nuestro organismo según sus necesidades y nuestra codificación genética, en los ribosomas fabrica sus propias proteínas, es decir cadenas de aminoácidos, usando estos para dicho fin. 

 

Dado que sólo asimilamos aminoácidos y no proteínas completas nuestro organismo no  puede distinguir si los aminoácidos provienen de una fuente animal o vegetal. Si comparamos las proteínas según su origen, las proteínas animales son moléculas mucho más grandes y complejas, con una mayor número de enlaces peptídicos entre sus amioácidos , por lo que son más difíciles de digerir, e implica para ello un gasto energético mayor, y por otro lado, durante ese proceso se generaran desechos tóxicos y acidificantes para el organismo, como el ácido úrico, presente en la sangre y orina, y básicos como la urea o el amoniaco, en colon.

 

Por lo tanto cuando nos alimentamos de una proteína compleja como la animal, nuestro organismo tiene que gastar energía y recursos en romperla, para así obtener los aminoácidos necesarios para fabricar sus propias proteinas, produciendo un montón de desechos tóxicos que deben de ser eliminados de nuestro organismo, junto con el excedente de aminoácidos, por ello cuando no se eliminan con eficiencia, o tenemos acumulación de estos por un exceso de toma proteica en la dieta, generamos patología.

 

Dicho con un ejemplo, es como si te pidieran que hicieras un muro, pero en vez de darte los ladrillos sueltos te dieran otro muro ya hecho. Entonces tendrías que romperlo, gastando energía, y con cuidado, porque en el proceso puedes dañar los ladrillos, muchos no servirían, por lo que serían desechos a eliminar, donde también gastarías energía y recursos, y una vez todo desgranado tendrías una montaña de deshechos a eliminar y otra de ladrillos para empezar a construir. Esto es lo que pasa con la proteína animal.


Por otro lado, al tomar proteína de fuentes animales ingerimos también los desechos metabólicos de los tejidos del propio animal, que no fueron eliminados antes de ser sacrificado, así como otros tóxicos como metales pesados, hormonas, antibióticos,…, todos estos productos actuarán de igual manera como tóxicos en nuestro organismo.

 

Todo esto genera gran cantidad de toxemia y efectos perjudiciales, que por un consumo excesivo puede dar lugar a patología (si quieres saber más sobre este tema lee el artículo de cocinacurativa de Patologías asociadas al exceso de proteina animal en la dieta.)


Los vegetales en cambio aportan aminoácidos libres, que el cuerpo puede asimilar y convertir fácilmente en proteínas según sus necesidades, sin generar tanta toxemia, y con un ahorro de energía para su aprovechamiento. Pero tiene un hándicap que algunas no son de tan alto valor biológico como las animales. Esto significa que muchos vegetales no poseen todos los aminoácidos esenciales, por lo que hay que complementar unas con otras para obtenerlos todos, es decir, necesitamos combinarlas, como por ejemplo cereal con legumbres. Por lo tanto si consumimos una dieta vegetal variada obtendremos todos los aminoácidos con el beneficio de no generar la toxemia de la fuente animal. 


Por otro lado, composición nutricional de las proteínas vegetales es mejor que la composición nutricional que ofrecen las proteínas animales, ya que cotienen fibra y no contienen grasas saturadas, y en lo referente al pH del organismo, las proteínas vegetales no resultan tan acidificantes y por lo tanto nos ayudan a mantener un pH alcalino y un cuerpo equilibrado.


A modo de resumen, las proteínas vegetales presentan otras numerosas ventajas frente a las proteínas de origen animal, como pueden ser que no contienen grasas saturadas ni colesterol, que contienen fibra (fundamental para un correcto funcionamiento intestinal),  no producen putrefacción como ocurre con la carne, sino fermentación, son menos acidificantes, más fáciles de digerir, y nos aportan vitaminas, minerales e hidratos de carbono de asimilación lenta.

 

Tenemos multitud de fuentes vegetales de proteína de las que nos podemos beneficiar, aunque por desconocimiento, sólo nos vienen a la cabeza las legumbres y 
el tofú. Por otro lado, podremos beneficiarnos de las multiples cualidades curativas de estos vegetales, obteniendo multiples aspectos positivos con su consumo a parte del aporte proteico.
Si quieres saber más y profundizar en este tema te recomiendo que leas el artículo de cocina curativa de F
uentes vegetales de proteínas y como combinarlas de forma adecuada.

 

Con todo lo expuesto no  quiero decir que todo el mundo tiene que volverse vegetariano, sino describo la realidad frente a este tema, de tal modo en que desde la información tengamos la oportunidad de elegir una alimentación sana y consciente. El consumo de carne es sólo un placer gustativo, es decir, la consumimos porque nos gusta su sabor, pero no porque sea una necesidad para nuestras funciones orgánicas, es más, es todo lo contrario, ya que sobrecarga nuestro cuerpo. Así que por la toxemia que produce, si queremos hacerlo debe hacerse con moderación, y por la cantidad de tóxicos que hoy en día contiene debemos elegirla de calidad.

© Nerea de la Torre

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