SAL MARINA
El comienzo de la vida fue en el mar, este contiene gran cantidad de los minerales de la tabla periódica y oligoelementos, es un caldo de vida. Sopa madre, de la cual todas las formas de vida llevamos en nuestros organismos en forma de salvia, plasma, líquidos intracelulares,…
La sal marina es simplemente este caldo nutritivo desecado, por lo que a parte del cloruro sódico que la caracteriza, podremos beneficiarnos de más de 85 elementos
minerales y oligoelementos que la componen.
La sal marina es grumosa y tiende a aglutinarse, ya que no le han sido añadidos antiaglomerantes, incluso puede volverse húmeda, ya que puede captar la humedad del
ambiente y absorberla. La sal marina a simple vista la diferenciaremos de una refinada, porque ésta carece del aspecto blanco, nacarado y perfecto de la refinada, veremos zonas más oscurecidas, por
la falta de refinamiento y la presencia mineral.
La sal marina gracias a sus minerales y oligoelementos, fundamentales para la salud y el bienestar del organismo, nos genera beneficios importantes. Es imposible vivir sin sal, tan importante es, que ni si quiera en etapas tan delicadas como el embarazo se excluye de la dieta. Sin embargo durante los últimos años se le ha dado muy mala prensa al consumo de sal, pero claro esto es del consumo de sal refinada, simple cloruro sódico, que nos produce aumento de presión arterial, enfermedades cardiovasculares, renales y reumatoides entre otras afecciones.
El consumir con moderación esta maravilla de la naturaleza, que es la sal marina, nos genera múltiples beneficios como puede ser:
Aparte es beneficiosa para la conductividad intercelular, y por ello para el intercambio de señales eléctricas intercelulares.
Proporciona minerales, oligoelementos y electrolitos, cada uno de ellos ejerce un efecto beneficioso en particular al
organismo.
Equilibra el pH del organismo
Contribuye a regular la función suprarrenal, y los líquidos en el organismo. Ayuda a eliminar las retenciones de líquido del
organismo
ayuda a la contracción muscular, así como la cardiaca.
Ayuda con la congestión nasal y bronquial. Es un antihistamínico natural.
Ayuda a la absorción de nutrientes a nivel intestinal.
Mejora el sistema inmune.
La sal marina ayuda a la serotonina por lo que nos hará sentirnos mejor y su consumo está recomendado en procesos depresivos. También a la melatonina por lo que predispondrá a un sueño más reparador.
Como ves, los beneficios del consumo moderado de sal marina son múltiples, por lo que ponle sal a la vida.
© Nerea de la Torre