COLON IRRITABLE, SII

 

 

Hoy en día, muchos de nosotros tenemos molestias intestinales, y cuando vamos al médico nos dicen que es colon irritable, es un saco roto donde se mete todo desorden intestinal sin causa aparente. Tenemos cólicos abdominales, cuadros de diarrea, cólicos, estreñimiento, y esto no es más que la consecuencia de los malos hábitos alimentarios y del estilo de vida moderno. El estrés hace que nuestro colon se resienta, no realizado adecuadamente su función, por otro lado la ingesta de comida basura, fritos, procesados, precocinados, irritan la mucosa haciendo que este contenido sea necesario evacuarlo del cuerpo, ya que este lo ve como nocivo. 


Durante mucho tiempo pudiste comer de todo sin estos efectos, pero es como todo en la vida, cuando se fuerza demasiado algo se termina rompiendo o agotando, por ello ahora tu colon y tu tránsito no es igual que antes, pero esto no es algo que no se pueda solucionar con unos correctos hábitos alimenticios y una serie de medidas. 

 

CAUSAS


El síndrome del intestino irritable (SII) , que es la denominación correcta del colon irritable, es una patología que incluye dolor abdominal y cambios en el ritmo intestinal, que aparentemente tiene un origen multicausal. En los países industrializados existen dos causas principales una es el estrés, y la otra los malos hábitos alimenticios, que acarrea el estilo de vida moderno. Afecta en más medida a mujeres de mediana edad, aunque hoy en día se está ampliando su incidencia a hombres, jóvenes e incluso niños.


En el caso del estrés o la ansiedad, el cerebro y el intestino están directamente conectados, por lo que las afecciones de éste tendrán una repercusión directa a nivel intestinal. Los estados de ánimo de un individuo tienen relación directa con la secreción biliar, y esto alteraciones en la digestión de las grasas, y si hay un exceso tendrá efecto laxante. Por ello en momentos de nuestra vida de estrés, ansiedad, o situaciones de desequilibrio emocional, tendremos brotes más acusados.
Por otro lado tenemos los malos hábitos alimenticios, el estilo de vida moderno, que hace que siempre vayamos con prisas y que “no tengamos tiempo”, hace que basemos nuestra dieta en productos rápidos, precocinados, congelados, fritos, fast food, pedidos a domicilio, eat and go,… este tipo de alimentos procesados y refinados están llenos de aditivos, tóxicos, salsas, glutamato monosódico, tóxicos,… y otra series de sustancias que irritaran la mucosa intestinal, por lo que se producirán las consecuencias intestinales de gases, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento, cólicos,...


Como añadido tenemos las intolerancias alimentarias, que cada vez son más frecuentes ya que al aumentar la manipulación de los productos, estos hacen que tengamos una sensibilidad mayor a ellos, como son las intolerancias al gluten o proteína del trigo, y a la lactosa.


RECOMENDACIONES


Lo primordial son los cabios en el estilo de vida. Cambiar la alimentación, valorar intolerancia al gluten o lactosa, reducir el estrés o la ansiedad, practicar ejercicio físico regular son medidas imprescindibles para el tratamiento de un SII.


En cuanto a la alimentación deberíamos evitar o eliminar de ella todos aquellos tóxicos e irritantes que puedan provocar alteraciones en el ritmo o la mucosa intestinal, bebidas gaseosas, precocinados, bollería, refinados, fritos, lácteos, quesos,...se recomienda una dieta sana basada en frutas, verduras, cereales, así como pobre en grasas, eliminar procesados y refinados, así como evitar tóxicos que exacerben los síntomas como alcohol, tabaco y café. Lógicamente hay que evaluar cada caso de forma individual, pero estas recomendaciones serán beneficiosas en general.

 

Es importante aumentar el consumo de agua, a dos litros al día, se pueden tomar infusiones o preparar nuestras aguas aromatizadas, pero debemos de eliminar refrescos y zumos comerciales.
Importante añadir semillas de chía y de lino a nuestra dieta ya que lubrican el intestino, y por otro lado ejercen un efecto beneficioso sobre la mucosa, debido a su contenido en mucílagos.
Intentar comer raciones más pequeñas, evitar los atracones y las comidas copiosas. Comer despacio y masticar bien es muy importante.


En cuanto al gluten y la lactosa son dos sustancias irritantes a nivel intestinal. Diversos estudios demuestran mejoría de los síntomas al eliminar el gluten de la dieta y empeoramiento al reintroducirlo. Por ello para hacer un descarte, sólo tienes que estar un mes sin tomar alimentos que lo incluyan y ver si mejora tu síndrome. Lo mismo ocurre con la lactosa. Hay que tener cuidado si realizamos estas medidas de descarte de intolerancia alimentaria, ya que muchos de los productos de supermercado los incluirían, así que hay que mirar bien las etiquetas. Por otro lado el caso de la leche sin lactosa, no sería adecuada, ya que tiene lactosa pero se le han añadido lactasa. 

 

Para reducir el estrés y la ansiedad es fundamental la práctica de algún ejercicio físico, ya que liberaremos sustancias a nuestro organismo que nos ayudaran a reducirlo. Este debe ser adecuado a la edad, puede ser caminar al aire libre, o nadar, pero hay que evitar el sedentarismo.

La regulación del sueño es fundamental.
Por otro lado el ejercicio de alguna actividad que ayude a la relajación mental y física como el yoga, taichí o la meditación, pueden ser muy beneficiosas.

 

FITOTERAPIA


Existen una serie de plantas que nos pueden ayudar a mejorar este síndrome debido a sus propiedades sedantes, carminativas, antiespasmódicas, y digestivas.


Por sus cualidades sedantes nos serán de utilidad valeriana, manzanilla, menta, anís, melisa, orégano.

A nivel carminativo son muy recomendables manzanilla, romero, salvia, tomillo, anís, orégano, hierba luisa.

Como antiespasmódica tomillo, tila, valeriana, anís, manzanilla romero, salvia.
Y para ayudar a la digestión jengibre y el orégano.


Por lo que sería muy recomendable usar una infusión de alguna de ellas, o que combinar varias plantas para beneficiarnos de sus propiedades, como por ejemplo manzanilla, anís, y orégano, que aparte es digestiva, para después de las comidas.


Por otro lado se había comentado el beneficio de las semillas mucilaginosas, que también se puede hacer infusión con ellas y será muy beneficioso. La fibra de Cáscara de Psillium debido a sus mucílagos también forma una especie de gel, que será muy beneficioso ayudando a la irritación de mucosas y facilitando el tránsito.

©Nerea de la Torre

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