ADICTOS AL AZÚCAR
El refinado es un proceso que transforma el jugo de caña o de remolacha azucarera en cristales blancos y limpios para el consumo y uso en industria alimentaria. Esto se hace con varios tratamientos químicos y físicos que incluyen el añadir sulfitos y cal, si, si, cal. Con el fin de concentrar la sacarosa y que sea más blanquita, duce y atractiva para el consumidor. Este producto final será sacarosa.
La sacarosa la encontraremos en todas partes desde bollería, chucherías, galletas y chocolates, hasta productos que ni imaginamos como la salsa de tomate, los Corn
Flakes del desayuno o el pan. casi todo lo que te rodea lleva azúcar ya que al paladar hace cualquier producto más atractivo para el consumidor y genera dependencia, por lo que suben las ventas por
ello la industria alimentaria se lo añade a casi todo. La gran mayoría de azúcar que consumes, más del 75%, no lo haces conscientemente, ya que proviene de los productos procesados como
sobreañadido.
Si nos damos cuenta el azúcar existe hace menos de 200 años, ya que antes no se conocía el proceso de refinamiento. Por lo tanto, aparte de ser dañina, es una sustancia
que nuestro cuerpo no necesita para nada. Llevamos años escuchando que es el motor de nuestro cerebro, que necesita azúcar para funcionar y esto es una gran mentira. Funcionaría mejor con un trozo de
apio que con azúcar refinada, ya que lo único que necesita para funcionar son hidratos de carbono, que obtenemos de los alimentos de forma natural, como son verduras, frutas, cereales,
legumbres,….
Lo único que nos produce el consumo de azúcar refinada aparte de diversas patologías como diabetes, osteoporosis, bajada de defensas, …, es adicción ya que en nuestro
organismo y nuestro cerebro funciona como una droga, que genera dependencia, cosa que viene muy bien a las agroalimentarias. Incluso si la fueras a eliminar de tu dieta, sentirías un síndrome de
abstinencia, ya que pasarías días que sólo podrías pensar en azúcar.
Hoy en día esta dependencia se le genera a los niños desde pequeños, ya que estos toman cantidades ingentes de azúcar, ya no sólo con las chuches sino que cualquier
procesado infantil la contiene de una u otra forma. Su primer contacto lo tienen al poco de nacer, ya que si no llevan una lactancia materna exclusiva, y se les da leche de fórmula, ya la estarán
consumiendo. Se pueden buscar mil formas de que el niño sea niño, y darles
dulces ricos y sabrosos pero a la vez nutritivos, hacer nuestras propias chuches en casa es algo tan sencillo como
batir una fruta y mezclarla con gelatina y ponerla en moldes a enfriar, o las chuches crudiveganas, y encima el niño puede pasarlo de lujo compartiendo este tiempo con sus padres preparando sus
chuches favoritas. Lo que como desconocemos esta información y confiamos en los productos que nos dan ya preparados.
Debemos tomar riendas en el asunto y recuperar las riendas de nuestra salud y de nuestros hijos, y volver a esas tardes de domingo y lluvia preparando galletas con mami y tomando chocolate a la taza.
Los niños, al igual que nosotros, son lo que queramos y permitamos que sean.
© Nerea de la Torre